Divinum
Manda pelotas...
Por cuestiones laborales quasinexplicables, me encuento en Girona con los extremos diametralmente opuestos (¿los opuestos son diametrales siempre o hay otro tipo de opuestos?) de la gastronomía.
Qué cosas. A la hora de comer (que no comiendo), en El Bulli (donde no vi ni una sola sartén, lo prometo) por cuestiones periodísticas, y cenando en Divinum, el abrevadero magnífico que da nombre a este articulín.
Y al postre me entero de que Divinum pertenece a discípulos de Santi Santamaría (aquél cocinero maravilloso que puso a los nuevos megachefs biónicos --creo que el de El Bulli es uno de ellos, ejem-- a caer de un asno por usar "cosas" raras para elaborar sus esferificojonciones, sus texturiflipaciones, sus humos de nada y sus aromas de aire de la cala del mar Mediterráneo para algunos de los 38 platos (¿ein?) de su menú degustación).
Y también me enteré de que los hermanos Roca comen prácticamente a diario en este divinum donde el vino es precisamente eso: divino.
Pero no sólo el vino. De toda la comida, me quedo con los quesos, en una minidegustación de seis bocados maravillosos y a cual mejor.
No sólo discípulos de Santamaría, sino sus proveedores de queso. Lo siento. Voy a decir una bastez: Con buena polla, bien se jode. Así estaban de ricos.
Y pa beber: Mosaic 2004 (flipante) y Jaspi Negre de Montsant (cañón). Elegidos por el propietario, que abrió una botella de cada uno para dos miserables copas que me tomé.
La cena, bien, gracias. Tapas pequeñas (a 3,5€) y ricas, sobre todo unas salchichas con boletus que le daban al vino un toque... Ay.
30 euros me costó.
Joder, qué rico.
Divinum Vins i Formatges
Carrer General Fournàs, 2
Girona
+34 872 08 02 18