La Fuente se queda sin Ángel...

Hace sólo un par de horas que me he enterado del próximo despido de Ángel, el concinero de la Cafetería La Fuente que ha estado dándome de comer como poco una vez por semana en los últimos dos años y medio.
¿Que por qué le despiden? Pues, básicamente, porque el dueño del negocio quiere ganar más pasta. Un objetivo muy digno, avarodemierda.
Con Ángel se irán los reverendos a la parrilla (o cruasanes a la plancha), una más que digna ensaladilla, cocretas cremosas, unas lentejas cojonudas, doble ración de emperador, huevos rellenos, higaditos encebollados, "sobretes" de frutas... Y los caprichos de Gordocabrón:
Ejemplo A
-Ángel, párteme los tomates en cubos perfectos de dos centímetros de lado, por favor.
-No hay problema, maestro. Te pongo también un poco de cebollita y lechuga en la ensalada.
Ejemplo B
-Ángel, ¿no podrías ponerme gambas en vez de queso en la tortilla? ¿Y podría ser en pan de barra? ¿Y ponérmelo para llevar?
-He untado el pan con tomatito para que esté más sabroso... Y te lo parto además en dos, maestro, que si no te vas a poner perdido cuando te lo comas.

Así que La Fuente dejará de dar su menú del día de nueveconcincuenta. Y me jode más porque si algo bueno tiene La Fuente es que te atienden como si fueras el sobrino favorito, te cocinan lo que quieras, se inventan lo que necesites...
Y por lo que más me jode es porque Ángel hace su trabajo con auténtico cariño. Y eso, hoy en día, es un capital valioso y raro, que un tontolhaba va a cambiar por cuatro perras gordas. Mierda de valores.

Si alguien tiene la suerte de encontrarse a Ángel en la cocina de su local favorito, ¡que le aproveche!