Pabellón del Espejo
Ay, qué ganas tenía Gordocabrón de decir esto: ¡NO IR!
Punto. Hala.
Pa sufrir, ya tenemos que trabajar todos los días.
Hace ya unos cuantos meses que tuve la desgracia de acudir a comer, y he esperado para que luego nadie diga que no hago una "crítica reposada"... Porque si la llego a escribir el día que estuve allí, arde Troya.
Con lo bonito que es el lugar, qué desperdicio: servicio lento, desagradable, muy poco profesional. La comida toda igual, así que no sabría decir qué comí (mentira, me acuerdo muy bien).
Igual para tomar un té (de marca blanca del Carreful, no sea que se vayan a arruinar, claro) o un café de recuelo puede ser agradable.
Con los refrescos embotellados siempre se acierta (salvo que estén caducados o te los traigan en un vaso sucio, que nunca se sabe).
Mira que me prometí a mí mismo que no iba a hacer este tipo de posts malrollísticos... Pero no he podido evitarlo, espero que me perdonéis.
Está por el Paseo de Recoletos. Evitadlo a la hora de comer (si os apreta el hambre, id al Bristol Bar, por ejemplo).